sábado, 9 de julio de 2011

2

Llegue a la escuela justo cuando sono el timbre. Ni siquiera sabia por donde iba, estaba muy distraida como para ver las cosas, y ni me di cuenta de como y cuando llegue al salon de espa~nol.
Estaba como en un trance, me estaba muriendo de ganas de regresar a mi casa e ir a averiguar lo de la luz en la casa abandonada, pero me tenia que quedar alli a aguantar siete malditas horas de adolescentes insoportables, maestros prepotentes y bromas estupidas.
-Que diablos te pasa? Sientate que no me dejas pasar!- me dijo Johanna. Le hize caso y me sente. Ella no tenia la culpa de que ese dia estuviera mas idiota que de costumbre.
Johanna era mi unica amiga en toda la secundaria, vivia al lado de mi casa y yo creo que solo por eso eramos amigas, ademas de que es la unica que ha aguantado mis rarezas. Me sentia feliz de que fuera mi amiga, por lo menos teniendola a ella no me sentia tan sola... desde que entre a esa escuela nadie nunca intento siquiera hablarme, mi aspecto deberia de ser bastante extra~no para ellos. No esque yo tuviera rasgos raros ni nada, pero mi personalidad hacia que pareciera que yo era un... zombie... Siempre he tenido una cara con expresion amarga y mis ojeras de toda la vida no ayudaban en nada.
La clase paso volando, no puse atencion a nada de lo que dijo Hernandez. Sali corriendo de alli, esa era la materia que mas odiaba y con razon, no es solo que fuera aburrida si no que de verdad ese profesor era insoportable.
Las demas clases pasaron en medio de una gran desesperacion, estaba impaciente, tenia que irme,ya!
Sali corriendo de la secundaria cuando sono el timbre de salida, ni siquiera me fui a trabajar, despues llamaria y les daria la excusa de que algo grave habia pasado.
Llegue a la casa abandonada, agitada y nerviosa. Si entraba alli podria tener graves problemas... no importaba, tenia que averiguarlo, me asustaba lo rapido que se habia convertido en una necesidad.
Estaba a punto de dar el primer paso hacia la casa  cuando recorde que de seguro estaba cerrada, que podia hacer ahora?
-Tendre que traer herramientas para poder abrir la puerta ...- dije en un susurro, alguien podria estarme mirando, no es normal que una adolescente este observando por tanto rato una casa en ruinas.
Decidi que lo mejor seria regresar en la noche, con herramientas y una lampara.
Que seria eso que me atraia tanto?

jueves, 7 de julio de 2011

1

La verdad no le habia prestado mucha atencion a esa casa desde que me mude. Era majestuosa, viejisima.
Pero toda su belleza quedaba oculta por el abandono que gradualmente se le habia dado.
Ese dia no se que me paso, solo desperte pensando en ir a ella, quedaba en la esquina de mi cuadra, pero a pesar de todas las ganas que tenia de ir tenia otras obligaciones, debia ir a la escuela y despues a trabajar en la cafeteria que quedaba enfrente de mi secundaria. Estaba en el ultimo a~no, asi que no podia faltar a clases solo por el impulso estupido e irresistible de ir a ese lugar. Hice caso omiso de lo que me dictaba alguna fuerza extra~na y me prepare para salir a sufrir de nuevo a la tortura que me esperaba en la escuela.
Jamas me habia provocado emocion el salir de mi casa y menos a ese suplicio que se llamaba "educacion". Siempre habia creido que solo nos tenian en la escuela para mantenernos apartados, para no estorbar a los adultos que se suponia estaban a cargo de todo, de la justicia, la imparticion de educacion, las conevenciones sociales, todo lo que se suponia era bueno o malo estaba dictado por ellos, y nosotros, los jovenes, teniamos que educarnos para despues ser nosotros esos adultos de bien que mantendrian la paz y se lo ense~narian a la siguiente generacion. En resumen, para mi, nos encontrabamos en una carcel disfrazada de paraiso. El paraiso no debe de estar lleno de sufrimiento, estoy segura que no... a lo mejor soy dramatica, pero para una persona comun y corriente, ir a la escuela no era una alegria. Todo lo que se suponia eran normas que hacian de la vida un trayecto pacifico, no se aplicaba en ese lugar. Las personas "inferiores" jamas tendrian una estancia feliz y en paz.
Decidi que debia de empezar a dejar de quejarme en mi mente y sali, despues de hacer toda mi rutina matinal, a la oscura ma~nana de invierno que me aguardaba.
Apenas se veia, las cosas lejanas no se distinguian y tenia que hacer un gran esfuerzo para poder alcanzar a ver el alto de la esquina, camine hacia alli, ya que era el trayecto que tomaba a la escuela y pase por la casa vieja, la observe durante un rato, debatiendome entre si debia entrar o no, algo me llamaba, me decia que debia de ir, que ese era el lugar donde debia estar en ese momento, pero me resisti.
-"Aunque lo intentaras de todos modos no podrias entrar, la puerta debe de tener candado o algo."-Pense. Entonces distingui una luz anaranjada a traves de la sucia ventana de la izquierda.
-Alguien esta adentro.- susurre, con espanto en mi voz.
-Alex.
Solte un chillido y volte a ver quien habia hablado, con los desorbitados, y me encontre con la cara redonda y siempre sonriente de Johanna, que hoy tenia una expresion de sorpresa y miedo.
-Johanna!-murmure- No me asustes asi!
-Tu no me asustes! Que te pasa? Pense que ya estarias en la escuela, acaso no te has dado cuenta de la hora?
-Que? Es muy tarde?- habia olvidado la escuela por completo al ver la luz.
-No tanto, pero deberiamos irnos ya.- Johanna me miraba con una cara extra~na, parecia que no le gustaba lo que veia, yo debia de tener un aspecto horrible.
-Si... vamos.- murmure.
Antes de irnos voltee a ver de nuevo la ventana... Ya no habia ninguna luz.